Disfrute de "Off the eaten track in San Juan", publicado originalmente en Lonely Planet por la directora ejecutiva de Flavors Food Tours, Leslie Padro Wiggins.
Un viaje gastronómico a Puerto Rico puede evocar imágenes de la comida tradicional de la isla: frijoles rojos y arroz blanco, lechón asado o incluso el omnipresente mofongo, el plato estrella de la isla, hecho con plátanos verdes machacados y rellenos de carne o verduras. Pero si busca un poco, descubrirá que bajo la superficie se esconden secretos culinarios clandestinos.
La comida puertorriqueña es una mezcla variada gracias a su pasado multicultural. Las influencias de los pacíficos taínos cazadores-recolectores se manifiestan en el uso de la yuca, el ñame, la yuca y otros tubérculos, así como en la tradición de machacar maíz, especias, hierbas medicinales y otros ingredientes variados con maceta y pilón. La cultura de África occidental también desempeñó un papel clave en la configuración del paisaje alimentario de la isla al introducir la fritura como método de cocción. Los españoles trajeron el ganado y un par de productos que no se esperaban: el mango y el plátano. Estas frutas no eran autóctonas de la isla, pero ahora son un icono de ella.
A continuación, enumeramos algunos de los mejores secretos gastronómicos de San Juan: acérquese a la ciudad con la barriga vacía y ganas de explorar, y seguro que encontrará algo delicioso.
Señor Paleta
Escondida en la zona sur del Viejo San Juan, esta pequeña tienda familiar pasaría desapercibida si no fuera por la cola de gente ansiosa que serpentea alrededor de la manzana, esperando felizmente su turno para darse un capricho de los más sabrosos y fríos que ofrece este pequeño islote: paletas artesanales.
Las paleterías, o puestos de helados, son una tendencia culinaria en alza en Estados Unidos y en varias partes de Latinoamérica. Los propietarios de la tienda, Ramón y Jennifer, elaboran refrescantes polos naturales con una gran variedad de sabores a base de leche y fruta. ¿Nutella? Sí. ¿Galletas y nata? Claro, pero tal vez quieras esperar para probar su éxito de ventas, el mojito de fresa. La tienda se distingue por su énfasis en el uso de fruta fresca e ingredientes de alta calidad: muchos de sus productos proceden de la zona y ofrecen las únicas paletas "de la granja a la mesa" de la ciudad.
Cuatro Sombras
El café llegó por primera vez a Puerto Rico en 1736, convirtiéndose pronto en uno de los cultivos comerciales dominantes en la isla; hoy en día, el café puertorriqueño es conocido por su alta calidad y su sabor fuerte, pero no amargo. El Viejo San Juan está repleto de cafeterías, pero Cuatro Sombras destaca no sólo por la calidad de sus granos, cultivados localmente, sino porque es la única cafetería del Viejo San Juan que tuesta su propio café recién hecho, allí mismo. Cuatro Sombras es la "cara de la tienda" de la plantación familiar de café del propietario, Hacienda Santa Clara, fundada en 1846 y situada en las montañas de Yauco.
Estos granos son de origen único, lo que significa que proceden de un solo lugar y no están mezclados con otros granos de otras granjas o incluso de otros países. Cuando visite Cuatro Sombras, no deje de pedir la bebida local, el cortadito. Es la versión puertorriqueña del macchiato.
Princesa Gastrobar
Princesa Gastrobar está ubicado en un hermoso patio ajardinado al borde de la famosa muralla que históricamente abarcaba todo el Viejo San Juan. Fundado en 2015, el propietario José Daniel y el jefe de cocina Luis Freire se inspiraron en un libro de cocina histórico que contenía recetas que se remontan a 1859, y decidieron crear un menú único que combina platos españoles y puertorriqueños para crear lo que ellos llaman "cocina isleña". Estas recetas se indican en el menú con una rana local llamada coqui.
La especialidad del restaurante son las croquetas. Estos deliciosos bocados, elaborados con pollo y jamón ibérico y servidos sobre salsa bechamel, requieren cuatro días de preparación y más de veinte ingredientes. Dato curioso: la receta se remonta 300 años atrás a las cocinas del restaurante El Botín, en España, donde el chef Luis completó su formación.
La Alcapurria Quemá
Diríjase a La Alcapurria Quemá para disfrutar de una gran dosis de encanto caribeño local. Situado en un lugar para gourmets conocido como La Placita, el restaurante está cerca de Ocean Park y Condado, en una zona urbana conocida como Santurce. La Placita se refiere técnicamente al mercado local, el más antiguo de San Juan (data de la década de 1850), pero en sus alrededores hay numerosos bares y restaurantes. Durante muchos años, esta plaza ha atraído a los lugareños, que acuden a un largo almuerzo de viernes que a menudo se prolonga hasta la noche: es un lugar estupendo para bailar con música en directo hasta altas horas de la madrugada.
El menú del restaurante cambia a diario, pero algunos platos básicos están siempre presentes; no deje de probar su homónima alcapurria, un tipo de buñuelo puertorriqueño. Estos deliciosos platos suelen hacerse con un rebozado de yautía (taro) y guineos verdes, y luego se rellenan con cangrejo, langosta, gambas, carne picada o verduras. Se puede acompañar con piqué, una salsa picante puertorriqueña, pero hay que tener cuidado: algunos piqués son suaves, mientras que otros hacen arder la boca.
Tresbé
Si busca una dosis de encanto fuera de lo común, Tresbé es su sitio. Su inusual nombre significa tres "B" (bueno, bonito y barato), que en inglés significan "good, pretty and affordable" (bueno, bonito y asequible).
Tresbé está situado en la nueva calle gastronómica de moda en San Juan, la calle Loíza, que se mantiene firme en su reputación de lugar ideal para encontrar una gran variedad de cocinas locales, creativas y deliciosas en un auténtico ambiente urbano. Otra ventaja: el restaurante tiene aparcamiento al lado, una rareza en esa parte de la ciudad.
Prueba su ceviche fresco (con pulpo, si quieres comer como un lugareño) y añade unos tostones, rodajas de plátano fritas dos veces. ¿Sigues con hambre? También tienen alitas de pollo con un delicioso glaseado BBQ de tamarindo, varias empandadillas y sabrosos tacos de pescado frito con ensalada de la zona por encima. Y ya que estás, pídete una de sus piñas coladas: los ingredientes son frescos, lo que le da un sabor especial. Dato curioso: la piña colada es un original puertorriqueño, creado en San Juan en la década de 1950.